El aluminio es un material ideal para ventanas por sus muchas ventajas, aunque tiene un gran inconveniente: es un conductor térmico que provoca la pérdida de calor.
El aluminio es un material ideal para ventanas por sus muchas ventajas, aunque tiene un gran inconveniente: es un conductor térmico que provoca la pérdida de calor.
Y esto es precisamente aquello a lo que denominamos un puente térmico: una zona de una instalación por la que se transmite el calor fácilmente.
Y esto es precisamente aquello a lo que denominamos un puente térmico: una zona de una instalación por la que se transmite el calor fácilmente.
¿Hay que renunciar entonces a las ventanas de aluminio? ¡Para nada! Este problema se puede solucionar gracias a la Rotura del Puente Térmico (RPT).
¿Hay que renunciar entonces a las ventanas de aluminio? ¡Para nada! Este problema se puede solucionar gracias a la Rotura del Puente Térmico (RPT).
La RPT consiste en colocar un material mal conductor de calor entre la parte interna y la parte externa del perfil de la ventana, como puede ser un separador de plástico.
La RPT consiste en colocar un material mal conductor de calor entre la parte interna y la parte externa del perfil de la ventana, como puede ser un separador de plástico.
Gracias a ese separador de plástico, se rompe el puente térmico, evitándose la pérdida de calor y convirtiendo a la ventana de aluminio en una perfecta solución de aislamiento.